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Los sucesos que se han dado en mi familia de origen, me hicieron crecer muy rápido, y con dieciocho años no dudé en estudiar psicología a la vez que trabajaba en el ámbito de la educación e integración social.

Me gusta entender, ver, experimentar, accionar, y la vida me va regalando oportunidades y lecciones, estando en un continuo camino de aprendizaje y revisión, abriéndome la escucha, la mirada y el corazón.

Ahora acompaño a personas individualmente, parejas y familias en sus procesos, propiciando la apertura y el enriquecimiento personal, empleando herramientas para la toma de conciencia, aplicadas a cada caso particular de forma única e inclusiva.

A lo largo de mi vida he observado cómo se interconectan nuestro mundo emocional, nuestro mundo mental y nuestro mundo físico, funcionando como un todo que hay que cuidar en armonía. He ido buscando y encontrando distintas disciplinas donde poder profundizar en esta comprensión del ser humano.

La formación continua, las experiencias vitales y la práctica me lleva a realizar una terapia holística a través de la psicología convencional y técnicas alternativas, puestas en sinergía y enfocadas para acompañar en el autoconocimiento, en el duelo, situaciones de crisis y para alcanzar un mayor bienestar, buscando un equilibrio entre mente y cuerpo.

Comencé trabajando con adolescentes en riesgo de exclusión social, que estaban cumpliendo medidas judiciales, ver la realidad social y la problemática adherida a ello como el consumo de sustancias tóxicas, las adicciones en general, la violencia de género, la violencia intrafamiliar, el abuso el trauma… .me conecto con la necesidad de saber que estaba pasando y que se estaba moviendo detrás de todo ello, es por eso que para entenderles y acompañarlos decidí iniciar mi propio personal interior desde la mirada Gestáltica.

Llevo más de 20 años interviniendo en consulta privada, acompañando a personas individualmente, parejas y familias en sus procesos personales, propiciando un ambiente de calidez, confianza y apertura. Adaptando el método y la intervención a lo que cada uno necesita por lo que integro y utilizo distintos paradigmas y/o estrategias y/o metodología que he ido adquiriendo a lo largo de los años y de los procesos. De manera individual desde hace 5 años a mujeres que están atravesando por problemas de infertilidad o tratamiento.

Tengo la suerte y la satisfacción de dedicarme a lo que me gusta y me llena, aprendiendo cada día de las personas que acuden a consulta y que me hacen de espejo en mi crecimiento personal. Siento mucha gratitud y respeto por cada una de las personas que se ha puesto en mis manos confiando en su proceso y en mí como acompañante del mismo.

Siempre he querido ser médico, y cuando estudié la carrera comprendí que mi camino estaba en ayudar a las personas de una forma holística, desde la psiquiatría. Después de hacer la especialidad decidí seguir mi formación
estudiando psicología y he seguido formándome en diferentes enfoques terapéuticos y patologías desde entonces. Llevo cerca de 30 años dedicándome a atender a personas en situaciones difíciles y con malestar emocional, ayudándoles a superar situaciones complicadas y encontrar una forma más saludable de enfocar su vida.

Desde hace unos años he dedicado una parte importante de mi tiempo en el tratamiento de personas con trastornos de personalidad, tanto en terapias individuales como grupales, utilizando diferentes estrategias terapéuticas desde el respeto a la individualidad de cada persona y el abordaje de los traumas que con frecuencia están en la base de su sufrimiento.

Más de 15 años acompañando a niños/as, adolescentes, familias, adultos/as, grupos y parejas en el ámbito sanitario, tanto en despacho de consulta, como en entornos naturales.

Tengo claro que no existen terapias, sino terapeutas y que cada un/a aporta quién es y pone su manera de ser y su experiencia forjada durante años por su historia personal. En mi caso, con 8 años mi madre decidió que participara en grupos de convivencia con la naturaleza. Esto me ayudó adquirir un gran amor hacia la montaña y a experimentar vivencias de unión, compañerismo, creatividad, superación, imaginación y aventura.

Cuando tuve la edad suficiente, quise ser monitor y poder dirigir actividades con niños/as y adolescentes como había aprendido. Además, los temas asociativos también me interesaban mucho. Decidí estudiar Psicología, quizá buscando conocerme más a mí mismo.

Trabajé unos años como educador, que era lo que más deseaba y lo que más cómodo me hacía sentir. Me formé en Terapia Humanista Gestalt e inicié un proceso terapéutico personal de unos años. Fue entonces, cuando empecé mi bagaje como psicólogo, tanto en consulta de despacho, como en un programa de intervención más amplio.

Me considero un terapeuta mapa, es decir, necesito primero una estructura y conocer bien el terreno. Para ello intento establecer un vínculo, reunir la información y todas las piezas necesarias para componer este esquema y obtener una visión más panorámica de mis pacientes. Esto me ayuda a poder abordar después puntos concretos con ellos y ellas.

En mis terapias siempre pongo al servicio mi recorrido como monitor de tiempo libre, niño de campamento, coordinador, educador, docente, orientador laboral, paciente de terapia, como padre y por supuesto, como profesional de la psicología.

De niña recuerdo cuando me preguntaban qué quería ser de mayor y solía dar respuestas diferentes, lo que hacía que pareciera que no tenía muy claro mi camino. Pero todas esas respuestas tenían algo en común: quería ayudar a los demás. Por mi capacidad de escucha, de empatizar y acompañar en el dolor, de buscar la salida a situaciones complicadas, de aprender a ver el potencial que todos tenemos, decidí que mi camino era la psicología.

Me encanta mi trabajo. Esta pasión me lleva a estar en constante formación, buscando recursos y formas de acompañar a personas que están sufriendo por una situación, estancadas o incapaces de tomar decisiones.

Como madre, hermana, hija…entiendo a las personas desde sus múltiples roles, contemplando todas sus facetas y entendiendo la psicoterapia como un proceso circular e integral, siendo esto mucho más relevante en la psicoterapia infantil.

Padre, hijo y compañero en continuo aprendizaje. Acompaño a hombres en su búsqueda de tranquilidad, creatividad y del desarrollo de su potencial mediante la aplicación de la Terapia Gestalt y la Bioenergética Integrativa.

Desde muy niño, he sentido una conexión íntima con mi cuerpo. Esta inquietud, constante y temprana, me llevó a embarcarme en un viaje interno que continúa hasta el día de hoy. He explorado diversas disciplinas físicas y practicado artes marciales de manera profunda, utilizando estos caminos como vehículos para canalizar mi gran energía, adquirir autocontrol y enfocar mi mente, entre otras cosas.

Más tarde descubrí la fotografía como un vehículo para comprender el mundo que me rodeaba, por el que sentía una mezcla de miedo y curiosidad, en un intento por dar sentido a ese afuera que se me antojaba misterioso y excitante.

En retrospectiva, comprendo que esta con búsqueda externa intentaba llenar un vacío interno. Esta incoherencia me llevó a una crisis personal, gracias a la cual descubrí la terapia Gestalt. A través de esta terapia, finalmente encontré un nuevo propósito en mi búsqueda tanto interna como externa. La terapia Gestalt ha integrado ambos aspectos, impulsándome a explorar nuevas formas de conexión honesta conmigo mismo y con los demás.

Además, encontré la Bioenergética Integrativa, que coloca al cuerpo en el centro del proceso terapéutico, como una herramienta fundamental para poder trabajar con mis pasiones principales: las personas, el cuerpo, la creatividad y la terapia.

Acompaño a hombres para que se conecten con su cuerpo, con su creatividad, su ternura y su fuerza, acompañándoles a encontrar un lugar coherente de autenticidad consigo mismos y con los demás.

Tengo un interés especial en la paternidad y la crianza, viéndolas como una oportunidad única para redefinir nuestra identidad como hombres. Ofrezco herramientas para reflexionar, aprender y evolucionar, asumiendo la responsabilidad como padres y disfrutando del placer de acompañar a nuestros hijos en su crecimiento. Brindo el apoyo necesario para este ambivalente viaje de auto-descubrimiento y cuidado.